En dos líneas: lo último en como el Big Data y otras tecnologías comienzan a afectar a algunas de nuestras actividades diarias, como en este caso ir a comprar comida.
El supermercado se denomina Sorli Virtual (pertenece a la cadena Sorli Discau) y está situado en la estación de cercanías de Sarriá en Barcelona contando con más de 400 referencias en sus "lineales".
En este caso Sorli sigue la senda abierta por Tesco en el Reino Unido y Corea el año pasado, en el siguiente vídeo se explica cómo funcionan este tipo de supermercados.
El plan de negocio de Sorli consiste en conseguir que entre un 10 y un 15% de los viajeros que diariamente pasan por la estación (unos 10.000) compren en su supermercado virtual utilizando sus smartphones (fotografiando los códigos QR que acompañan a cada producto) para recibir cómodamente sus pedidos en casa.
Se trata de un proyecto piloto con una inversión de 60.000 euros y una duración de 6 meses, por el momento el reparto de las compras realizadas en el supermercado virtual se limitará al distrito de Sarriá-Sant Gervasi.
Según Sorli este tipo de supermercados virtuales pueden tener un volumen de visitas y ventas equivalentes al de un pequeño supermercado de su cadena.
Aunque acaba de abrir a primeros de este mes de septiembre ya tiene algunos críticos, no tanto por el concepto en si mismo, como por lo limitado de las referencias, un reparto a domicilio caro y los problemas de funcionamiento de los códigos QR.
El proyecto ha sido desarrollado integramente por la propia Sorli, supongo que buena parte de la inversión se habrá hecho para integrar los pedidos de los viajeros que compren en el supermercado virtual en la red de distribución de Sorli, si cada día 1.000 pasajeros hacen una compra de conveniencia no parece mucho para hablar de Big Data. Sin embargo me da la sensación de que dada la velocidad a la que se puede instalar este tipo de supermercados lo que está haciendo Sorli es tener preparada la infraestructura para implantar este tipo de tiendas en las mejores ubicaciones posibles y tiene que hacerlo antes que la competencia, es entonces cuando está claro que se abre la puerta del Big Data.
Lo mejor de todo, que los beneficios de los primeros seis meses del proyecto irán a parar al Banco de Alimentos de Barcelona.
Me pregunto si pronto vamos a ver como se sustituyen muchos comercios por este tipo de instalaciones, un curioso giro del e-commerce que habrá que seguir con interés.
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