En dos líneas: estas "cuatro cosas" son como los puntos cardinales de la brújula, y aún así, las olvidamos en muchas ocasiones con lo que las implantaciones de Business Intelligence (BI) sufren.
Es más, no sólo tenemos problemas por olvidarlos cuando una empresa trabaja con el BI, sino que, porque no se comunican correctamente, muchas empresas siguen mostrándose opuestas a embarcarse en proyectos de inteligencia de negocio.
Y es que estos cuatro principios son tan obvios que precisamente por eso suelen olvidarse muy rápidamente:
- Las respuestas que obtengamos del BI deben ser exactas: si las cifras extraídas de nuestro BI y que enseñamos en un comité de dirección no son exactas pronto alguien nos lo hará saber y en ese momento la solución que hayamos implantado estará iniciando su viaje hacia el limbo de las aplicaciones de negocio (una especie de cementerio de elefantes que en vez de en un claro de la selva está en un servidor anticuado). Lo triste de esto es que perjudica a la organización para lograr avanzar en la toma de decisiones que no estén basadas sólo en la intuición o la experiencia y beneficia a aquellos que dentro de la misma prefieran que sus actividades (y los resultados de las mismas) queden ocultas en ese "río revuelto" que son las hojas de cálculo al gusto del consumidor.
- El BI debe proporcionar "insights" (1) que generen valor para la organización, que tengan un impacto material en la misma (no basta con que sea información exacta), vamos que no es lo mismo que nuestro BI nos diga que la gente que compra cepillos de dientes en nuestro supermercado suele adquirir pasta dentífrica en la misma operación, eso ya lo sabemos, otra cosa muy distinta es averiguar que las ventas de un determinado dentífrico se centren todos los años en ciertos meses del verano por una fuerte rebaja en su precio (que responde a las propias características de su modelo productivo) y usar esa información bien para comprar más cantidad de ese producto bien para usar esa información en las negociaciones con otros fabricantes.
- La información debe llegar a tiempo: he pasado muchos años de mi vida trabajando en control de gestión (y no en la PYME) con el Excel como compañero de fatigas como para no haber vivido en mis carnes lo duro que es contarle al Director General que ahora hay un fichero que se llama "ventas_trim_2_2013_v3_definitivo" que tiene que sustituir al "ventas_trim_2_2013_v3", y por qué no hay una versión 4 (v4), pues porque te da vergüenza a pesar de que uno simplemente esté realizando lo mejor posible un trabajo amanuense de copia y consolidación que NO APORTA NADA A LA EMPRESA y que te supone carecer de tiempo para el auténtico análisis de la información, para llegar al "insight" que es el que paga tu sueldo, y, en otros tiempos, tu bonus. Una coletilla a este punto, la información debe llegar a tiempo pero a las personas adecuadas, si no es así es como si no llegase.
- La información debe poder utilizarse en la toma de decisiones asociada a la operativa real de la compañía: ya no es que la información se exacta y que proporcione un "insight" que pueda ser valioso para la organización, es que los directivos deben entender qué hacer con ella y poder hacer algo con ella, llegar a la conclusión de que hubiese resultado más rentable alquilar tus actuales oficinas en vez de comprarlas en 2007 no permite ir más allá de la conclusión, no hay una acción asociada.
Unos y otros (clientes y consultores) nos volvemos amnésicos porque aunque estos son los principios básicos también pueden atacar en la línea de flotación a otros intereses:
- Hay mucha resistencia al cambio en las organizaciones y hay pocas cosas que aceleren más el cambio que un BI bien implantado, pero el problema es que no se asume que los proyectos de BI son proyectos de gestión del cambio.
- Por razones obvias, a los fabricantes y consultores les interesa vender BI "estandarizado" cuando debería no sólo estar personalizado sino estar definido en la línea del autoservicio (Self-Service BI).
- Definir y desarrollar un modelo de BI para una empresa necesita del esfuerzo no sólo de los consultores sino de las personas involucradas en el lado del cliente, en especial de su cúpula directiva, así que a veces según el interés mostrado y el nivel de apoyo obtenido se consigue cumplir con todos o con algunos de estos principios.
- Un diseño funcional del BI que sea a un tiempo sencillo, fácilmente comprensible, útil y muy operativo resulta realmente difícil y necesita de consultores muy expertos, preferiblemente con muchos kilómetros al otro lado de la trinchera.
Y podría seguir un buen rato más, pero para mi lo importante es recordar esas "cuatro cosas" que son las base del BI y que casi siempre tendemos a olvidar, era pues un ejercicio de "higiene profesional" por mi parte y un recordatorio amistoso para mis lectores.
Por cierto, ¿crees que se me ha olvidado alguna otra "cosa"?
(1) He de reconocer que el uso del anglicismo "insight" me hace sentir incómodo y que, en lo posible, intento mantenerme alejado del mismo cuando quiero explicar el BI ante determinados perfiles directivos (en muchas PYME, por ejemplo). En su momento intenté ir más allá de la mera traducción del concepto y he estado mucho tiempo dándole vueltas a la idea de dedicarle un post al dichoso tema, pero hace unos meses leí un post de Tristán Elósegui titulado "¿Qué es un insight?" y me parece inmejorable, así que dudo mucho de que escriba nada de mi cosecha.
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